Vengo encontrandome una y otravez con los símbolos que aún reinterpreto más. El corazón que volví sagrado, el que decidí asumir como colombiana y humana fué el de entender los opuestos. Mi corazón es sagrado porque me ha permitido amar y se refleja en su aura y apostarle al amor que se pronuncia en el sexo le dió la posibilidad de tener una cola. Ese símbolo me ha acompañado por los últimos tres años y ha evolucionado conmigo.
Hoy el nuevo album de Doctor Krápula lleva ese nombre, la correlación más religiosa entre pueblo colombiano y estado nación se refleja en sus canciones que hablan de lo más puro y de los más corrupto, qué reflejan las motivaciones e inquietudes de estos siete hombres bogotanos reproducida en canciones llenas de poderosos sonidos de nuestra tierra.
Es sorprendente que las coincidencias del uso del lenguaje tambien se vean en los espacios que habitamos, la vida me ha llevado más cerca de ellos y simplemente nos encontramos más. Y he aprendido de verlos, comprendiendo que es solo en el aceptar de nuestras diferencias en donde la armonía da paso a una nueva creación.
Estoy feliz. Yuluka para todos.
